Hostilidad laboral, cuando tu compañero es un clavo en el zapato

En todas las empresas convergen diversos tipos de personas con diferentes personalidades y actitudes, si bien es cierto que debe predominar la tolerancia y las buenas prácticas profesionales, no siempre resulta ser así. En muchas ocasiones nos toca trabajar con personas que son toxicas y que lejos de promover el trabajo en equipo y las buenas relaciones , se empeñan en ser detractores de cualquier iniciativa que no provenga de ellos mismos, acciones que son detonantes para un mal clima laboral.

No importa si tu compañera/o es una persona con actitud de  protagonista, chismosa o bien floja y manipuladora, lo cierto es que tendrás que aprender a trabajar con esta persona y evitar que sus actitudes te hagan perder tu estabilidad emocional y te resten en tu desarrollo profesional.

Lo primero que debes hacer es analizar la situación y determinar si el problema es directamente contigo o es una actitud general de esta persona, si determinas que su actitud es a título personal debes tener una actitud madura y profesional poner de lado los sentimientos y tratar el asunto directamente y cuanto antes mejor sin usar palabras o términos que puedan ser hirientes u ofensivos.

Evita dar quejas a los demás  compañeros pues de esta manera te estarías creando una imagen de una persona chismosa y conflictiva, en cuanto te sea posible maneja el asunto con la mayor discreción posible, pues recuerda que cuando comentas cualquier situación negativa con alguien, este lo dirá a mas personas agregando o quitando palabras a las que le dijiste y al final se crea una avalancha de historias y comentarios que solo traeran mas conflictos. Trata de no entrar en discusiones con la persona en cuestión sino mas bien aclarar las cosas y buscar un punto de entendimiento en donde se expogan ambas opiniones de forma madura y respetuosa, pero eso si, no dejes pasar estas situaciones incómodas que te provoque algún compañero porque solo estarás acumulando frustración y resentimiento y mientras no digas nada, este entenderá que puede tratarte de esa manera y llegará un punto que como ser humano reaccionamos por impulso y no de la mejor manera.

Recuerda siempre manejar tus emociones y buscar la vía de mediación más propicia y si todo esfuerzo resulta en vano pues acude a las vías establecidas en la empresa para la solución de estos casos.